I
Soy A****s, pero no sólo soy él,
he observado que el amor ha hecho de mí un humano complejo
que refuerza su arsenal de lírica contra la aparente paz que enmudece al mundo.
Tengo cuarenta años enteros de experiencia recolectando flores que jamás marchitan,
soy el inconsciente narrador protagonista; con el alma insaciable de mi corazón genital
reanimo a cualquier moribundo arcano perdido en lo ordinario, con mi confiado ademán de duda.
II
Soy también A*****a,
he comprendido que la vida es una guerra lenta
para vencerla con la calma de la autodestrucción.
Tengo quince años y acabo de inventar el universo,
soy la mujer más bella de su alma; con mis besos níveos
desestructuro las ideas de cualquier volador que caiga en mi tela,
con mi verbo dulce, lentamente sabio, con la carita de los ojos grandes.
III
Soy también N***i,
he aprendido a hacer hermoso el silencio del armisticio
para vivir en esta seda azul al viento que veladamente me ampara.
Tengo diecisiete años y, no sin exotismo, soy normal en el mejor sentido,
soy su talismán delicado; con mis blancos pechitos de porcelana interracial
reconstruyo los pedazos de cualquier guerrero que quiera ser conmigo una estatua,
con mi gesto quieto, eternamente sabio, con la mirada negra de un pájaro que marcha.
IV
Soy también S****a,
he tenido que nacer entre batallas y treguas domésticas
para entender que en la vida hay que dar hostias con mucho cariño.
Tengo veinte años y le voy a arrancar la cabeza si no me acaricia con vicio,
soy la hembra de sus sueños; con mi carismática insensatez, con mi boca de cuero,
planto en este jardín que tendré a cualquier tronco que me conquiste peleando en el lodo,
con mis suaves manos fuertes, con la mirada vencedora de la pantera que amaestra al niño.
V
Soy también I**a,
he demostrado que la guerra no es vida
para acceder rápidamente a un sinfín de luz.
Tengo veinticinco navidades en la playa caliente,
soy su regalo de los dioses; con mi cintura en verso
contagio de amor a cualquier donjuán hecho pedazos,
con la paz de mi acento, con mis párpados profesores.
VI
Soy también M*****a,
he intentado conquistar mis propias naves
para que quede constancia de mi desmerecimiento.
Tengo diecinueve viajes a Venecia y busco qué perder,
soy su precioso capricho casual; con mi frágil espalda clásica
recuerdo a cualquier espantapájaros su condición de depositario,
con mi vientre de agua, con el verde felino de mi rostro sonrosado.
VII
Soy también A****d,
he advertido que, sea como sea, soy lo que parezco
para que no me confundan con lo que podría pensarse.
Tengo diecisiete añazos de veteranía en esta pantomima,
soy su aventura literaria; con los licores de mis dulces poros
enriquezco la prosa de cualquier escribano de barrio inspirado,
con mi ausencia de muda, con la animalidad de mi mirada ciega.
VIII
Soy también A****a,
he esperado entre el follaje afilándome la lengua
para devolver emboscada los golpes que me dará la vida.
Tengo casi veintidós y estoy a punto de lo que haga falta,
soy su morena de barrio secreta; con mis sonrisas lácteas
meto en su jaula a cualquier cazador de musas o princesas,
con mi labia de tabernera, con mi lascivia de leona furibunda.
IX
Soy también J*****a,
he sabido cómo salir bailando del bombardeo
para poder iniciar sin querer muchas más contiendas.
Tengo veinticuatro traslaciones haciendo sombra al sol,
soy su merecida extravagancia; con mis sabrosas estrellitas
redecoro las paredes trasnochadas de cualquier coleccionista,
con mi carnal lenguaje inventado, con mis tetradimensionales luceros.
X
Soy también C*****a,
he estudiado el arte de la guerra con pocas ocasiones de contienda
para establecer una superioridad que disuadiría a cualquier soldado listo.
Tengo veintiséis cursos estructurando el imposible sentido y orden de las cosas,
soy su institutriz enamorada; con mi extremada finura suave, sabia, sola, sabrosa
relativizo los laberintos de cualquier soñador socrático que venga a esponjarme el cerebro,
con mi macarra gesto egipcio, con mi voz de directora susurrando versos picantes en griego.
XI
Soy también S****a,
he convenido que la vida es un ocio arduo
para instruirme en la técnica de la casualidad.
Tengo veintiocho vacaciones en el frío del verano,
soy su aprendiz de maga; con mis largos besos blandos
deshechizo a cualquier rana estancada en su canto monótono,
con mi libertinaje moderado, con mi faz de hada recién emergida.
XII
Soy también E****a,
he decidido que la vida es una trinchera silenciosa
donde conservar palpitante el miedo a salir malherida.
Llevo treinta años aislada del fragor que despierta mi naturaleza,
soy su cautiva adorada; con mi interminable hilo verde de placer sin verbo
enredo para siempre en mi cuerpo sin salida a cualquier pájaro entre ciento,
con mi inquisidora sumisión, con la seductora severidad de mi contención hambrienta.
XIII
No soy sólo yo, soy también M***a,
vivo en el fuego cruzado de charlatanes animales adictos a la furia
envolviendo en silencio la luz que ensucia el ruido de la razón humana.
Tengo ahora sólo treinta y tres años a pesar de haber nacido tantas veces,
soy su gemela benigna; con mi apacibilidad salvaje y peligrosa de tigresa blanca
resuelvo la violencia de cualquier león escuálido herido en la crueldad de la supervivencia,
con mi voz de papel, con mi filosofía silenciosa, con mi regia hermosura, con mi tez de buena.
Soy A****s, pero no sólo soy él.