He
dejado tantos versos en la nada del presente
(soñando tantos versos)
que me parece un lujo innecesario
escribir.
No obstante,
estoy escribiendo con el látigo del pene,
me
espero y reacciono con la ciencia del lenguaje,
proseo en los versos
y soy menos libre que lo que siento.
No escribo en la arena,
prefiero sentir la playa y masturbarme.
Escribo para atacarte con mi belleza.
Escribo para todos los ojos.
Escribo en privado
con mi sexualidad universal.
II
Entre las palabras hay tiempo.
Entre las letras hay tiempo.
Entre las ideas
sucede una cantidad de tiempo.
Si pudiera al fin escribir,
estoy tan débil,
no puedo estructurar,
no tengo ganas de explicar,
pero una nostalgia de música
se me enreda hasta ahogar
el ahora pequeño tronco de la Vida.
Si me lo quitaran todo,
todo aquello que pongo detrás del deseo,
si me quitaran para siempre mi guitarra,
si me trasplantaran de ti a una tierra
tierra cualquiera,
escribiría entonces como un fuego.
Ahora he esperado tanto.
***
No suelo cantar hasta que se derrumba la
ciudad,
canto por necesidades,
al fondo a la derecha de mí hay un
tirorirorí
matando a la muerte
He venido al borde el abismo
sólo para mirar
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