En este momento siento
extenderse como un clima
la pura soledad.
Se ha ido,
ha dejado de los ojos hiervas
lloradas de la puerta hasta la nada.
Yo estoy sumido en esta prosa,
porque empiezo a enfriarme.
Ya siento el no-hambre.
Punto y aparte.
Se ha ido, esta vez con permiso,
se ha desprendido como un brazo.
Estoy empezando a notarlo.
Tengo la boca intranquila,
Hay un nuevo silencio en mi mente.
Verso a verso se mueven
los resortes del dolor.
Estoy triste
y, aunque yo quería,
no pensé que doliera.
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