domingo, 24 de noviembre de 2019

SILENCIO


«Hoy es el día de la reflexión más hermosa, el día de despreciarme dentro de tus ojos».
Antonio Gamoneda

Dos años de silencio físico y químico
no te han borrado de mi psicobiología.
Todo sigue igual hacia ti en mis manos,
aún tu nombre preparado en mi boca,
todavía los cuerpos esperando al viernes.

Rompo este silencio
con estos versos subnormales.

Yo tonto esperaba diluir tus electrones
en todo el amor molecular acumulado.
Pero sigues posada, como mil mariposas,
en las ramas de todas mis neuronas,
despistándome de la luz que me guía.

Aquella incómoda plenitud
en un vaivén alucinado
de la carne al verbo,
dando verbo a la carne,
carne al verbo,
era verdad.

Rompo este silencio
con estos versos anémicos.

No hay otro camino al cosmos como tú,
a la velocidad de la oscuridad me pones
en el centro de la gravedad universal,
a través de tus sabrosos túneles.

Iré de cualquier modo,
pero será de otro, ajeno a tu algo,
a ese todo que le bastaba a mi nada.

Yo quería todo y más,
más caminantes al cosmos,
más túneles de sabores diversos.

Rompo este silencio
con estos versos egoístas.

Qué habrá sido de ti, aparte de ser mi herida,
nunca lo sabré, por suerte te escondes muy bien.
Yo sólo pienso en mí y tú no pides nada,
prefiero mantener con dolor la imagen
de tu alma explotando en mi cara.

Paso bajo tu ventana inventando tu olor,
temiendo que nos veamos ahora tan rudos
y desnutridos de aquellos licores, ya sobrios.

Te encuentro en sueños llorándome la verdad,
despidiéndonos abrazados y orgasmados,
agarrados a nuestras carnes junto al abismo.

Rompo este silencio
con estos versos que no quieren nada.

(Poema incluido en el libro "Acomodado en la rebeldía" publicado en 2019 por Noviembre Poesía)

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