viernes, 29 de noviembre de 2019

Acomodado en la rebeldía


I

¿Qué cojones te pasa, oh, amarga charca de culpa?
¿No saber a dónde ir a mitad de camino?
¿Tener las manos en el cielo y los pies en el lodo?
¿Aburrido, quizá, sólo por pensar en la idea de prosperar?
¿A gusto en el cansancio de lloriquear «no puedo»?
¿Preocupado por tener que entonar tantas interrogaciones?
¿Harto de sortear con arte tristes atajos al trabajo?
¿Cansado de correr detrás de ese yo cansado de ti?

¿Qué ovarios te pasa, oh, empalagosa baba de lascivia?
¿Tienes acaso temor al ocaso de tu osadía?
¿Adoleces de adolescencia?
¿Hastiado de juegos de palabras sin saliva?
¿Sediento de toda sed?

¿Qué ojos te pasa, oh, insólito androide de carbono?
¿Confuso ante la probabilidad alta de ser una cosa?
¿Frustrado ante la condena de realidad eterna?
¿Piensas estar siempre agazapado tras tu recelo?
¿Celebras la neutralidad de tu equilibrio quieto?
¿Harás aquello para lo que se te ha programado?
¿Dejarás a un lado tu animalidad felina y divina?
¿Salvarás sólo tu culo de la injusta necedad?
¿Estás leyendo lo que escribes o sólo bailas?
¿Te das cuenta de la falta que te haces?

¿Qué pájaros te pasa, oh, candoroso crío soberbio?
¿Castigado en tu habitación por no obedecer estupideces?
¿Planeando un motín tras otro contra todo orco?
¿Amargado desde bebé por tener que exigir cada mililitro?
¿Desagradecido con el universo que te ofrece belleza?
¿Encerrado en tu criterio libérrimo y reivindicativo?
¿Acomodado en la rebeldía?


II
«¿Qué cojones te pasa, oh, amarga charca de culpa?».
Soy el líquido que sale hediondo de mis poros,
las toxinas en las que nado soy,
légamo también sólido y gaseoso,
me lavo y ya sale de mí nuevo lodo.

Dejo un rastro de inmundicia donde me aposento,
no sabría sobrevivir sin supurar lo impuro,
lo contrario de la savia, la tonta hez
que disfruto excretar por doquier.

Para estar fresco y lamible,
obsesivamente cloaco mis sustancias,
las manos impecables, inmaculado el ano.
Niego en todo caso cualquier despojo.

Así expulso de mí también mierda mental,
digiero malicias y odios con la química del verbo,
las convierto en forma que depongo en el papel.
Toda esta basura es la belleza por la que me inclino.

Soy, sí, amarga charca de culpa
a la que le sucede el milagro de la melancolía.



III
«¿Qué ovarios te pasa, oh, empalagosa baba de lascivia?».
Quiero follarme a la gente,
mirarla y llevármela a un sofá,
oler las partes ricas de su materia,
hacernos esas cosas que salen solas.

Después, entre sofá y playa
llevar de la mano a la gente
por las calles y los ascensores,
beber líquidos, ingerir sólidos,
decir prosa, cantar versos.

Esto tan simple es imposible.
La gente tenemos miedo de la gente,
no nos decimos que nos follaríamos,
nos lo guardamos en secreto a nosotras,
personas amando a otras con el amor de todas.

Si la gente me follara cuando quisiéramos,
cuando por los poros nos salieran mieles,
cuando sería tan fácil como hacerlo,
cuando de algún modo somos todo,
si la gente folláramos entonces,
habría terminado el medievo.

No seríamos seres autoadiestrados
mirándonos sin vernos, husmeándonos,
cansados, convencidos, desconectados
del amor, del amor, del amor
por el que dejamos de supurar
empalagosas babas de lascivia
que quizá se traguen los cánceres.


IV
«¿Qué ojos te pasa, oh, insólito androide de carbono?».
Yo no habría nacido si la nada no existiera,
habría estado siempre aquí donde sea esto,
siendo lo que sea que soy.

Está deliciosa esta hamburguesa, ¡oh, Señor!,
gracias por este planeta y por no existir,
por ser parte de la nada, por las patatas fritas.

En este momento en que no soy la nada,
dedico todo mi sistema psíquicorgánico
a alimentarme, a dar explicaciones y a tragar.

Los pájaros lo pasan mejor por las tardes,
se lo montan mejor que yo en general,
exceptuando lo de los crucigramas.

Todos venimos de la nada, pájaros y piedras,
toda esta materia viene de ninguna parte
y pronto regresará con nosotros dentro.

Mientras tanto, la democracia triste,
la ganadería nazi, la agricultura tirana,
la avicultura abusiva, la entomología abductora.

Entre la nada y la necedad nacemos y morimos
todos los seres que no se sabe para qué somos,
y este insólito androide de carbono duda.

Ir a mi destino, hacer mi trabajo, ser lo que sea
lo dicta el placer, el dolor y una lógica de loro
que repite sin entender los dogmas de la ciencia.

La gran respuesta al por qué no es sino la nada,
la nada imposible a la que volvemos eternamente
y, por qué no, de la que renacemos siempre.



V
«¿Qué pájaros te pasa, oh, candoroso crío soberbio?».
Poco puedo hacer ante la soberbia que me impide admitir mi ignorancia,
dos y dos son cuatro y punto pelota, me niego a darle más vueltas,
pero no admito la elocuencia de nuestros educadores.

Los deberes los va a hacer tu puta madre, ponen Barrio Sésamo por algo,
eso sí que me lo trago y no las mierdas que deponéis en nuestros cerebritos
recién salidos de la nada, ahora encerrados, domados, con la excusa de la ciencia.

Toda mi curiosidad sin resolver agonizando en el aburrimiento del aula,
toda mi sexualidad sin remover padeciendo el tedio de la catequesis,
toda mi creatividad sin refinar bloqueada en el sopor del conservatorio.

Normal que me esconda tras mi pubertad interminable para siempre,
sigo sin tragar porque sí, cojones, y sí me enfado, ovarios, me harta
la facilidad con la que mi yo adulto desea la paz del oprimido.

Pues llega un momento en que te ves viejo para rebelarte, cansado,
dan ganas de autoconvencerse de que así son las cosas, hombre.
Pero el cordero asustado que soy acostumbra a morder al pastor.

Entonces la belleza y la bondad del mundo, los manjares, las lascivias,
la poesía sin palabras, la música sin pautas las gano en pequeñas batallas
en las que salgo herido y victorioso o ileso y derrotado. Siempre pierdo.

Temo haberme acomodado en esta guerra de guerrillas sangrienta,
sumiso a esta rebeldía, esclavo de mi libertad, militante pacifista,
quizá es hora de salir de mi guarida para sonreír con lástima al mundo.


(Poema incluido en el libro "Acomodado en la rebeldía" publicado en 2019 por Noviembre Poesía)

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